El otro mejor amigo de
la humanidad: el burro ya era doméstico hace 7.000 años en África
- Por: AMADO
HERRERO
Un análisis del ADN de animales actuales y antiguos muestra que la
especie ya convivía con nosotros en el norte de África hace milenios. Se
extendió por el mundo gracias al comercio
Durante
miles de años, el burro (Equus asinus) ha acompañado a
las sociedades humanas, proporcionando una valiosa fuerza de trabajo y
un medio transporte a través de desiertos y montañas
escarpadas.
Y
hoy en día, estos animales siguen siendo esenciales para el
desarrollo en comunidades muchas regiones escarpadas y semiáridas del planeta.
Pero, a pesar de este papel fundamental y de la importancia que tuvo en muchas
sociedades antiguas de África, Europa y Asia, la realidad es que se sabe poco
sobre su larga historia común con el ser humano. Especialmente en lo que
respecta a los orígenes de esta relación y al impacto
de la selección para la cría en sus genomas.
Ahora,
un análisis de ADN de ejemplares modernos y antiguos revela los orígenes, la
expansión y la evolución genética que siguieron a la domesticación de este
animal. El equipo de investigadores -que ha reunido a 49 científicos de 37
laboratorios de todo el mundo- se ha centrado en el genoma de
burros que viven en regiones hasta ahora menos estudiadas, que han
combinado con el material genético disponible procedente de ejemplares que
vivieron en otras épocas, aplicando las tecnologías más avanzadas en la
investigación del material genético antiguo.
Los
hallazgos del estudio se publican este jueves en el último número de la
revista Science y podrían ayudar, según esperan sus autores,
a mejorar la gestión de esta especie en diversos entornos locales.
"Los
burros actuales que viven en distintas regiones del mundo muestran diferencias
genéticas bastante importantes, especialmente entre los continentes
africano, europeo y asiático", señala Evelyn Todd,
investigadora del Centro de Antropobiología y Genómica del CNRS/Universidad de
Toulouse III Paul Sabatier, primera autora del estudio.
La
investigadora añade que cartografiar esa diversidad genética es complejo ya que
la cría y el comercio modernos pueden haber intercambiado animales en regiones
muy distantes. En ese sentido, los genomas antiguos ayudan a los investigadores a
rastrear, además, la expansión de los burros por todo el mundo, al situar
con certeza ciertas características genéticas en un momento y un territorio
concreto.
Así,
los investigadores apuntan a un origen africano de la domesticación hace
unos 7.000 años. El modelo que han construido apunta a un área de distribución
original que se extiende desde el noreste del Sáhara, el valle del Nilo, el río
Atbara y las colinas del Mar Rojo hasta Eritrea. Los autores subrayan que
alrededor de esta época la región del Sáhara, que durante miles de años había
sido verde y frondosa, se transformó en una de las más áridas del
planeta.
Aunque
los burros no tienen fama de ser un animal especialmente veloz, el estudio
apunta que hace unos 4.500 años se extendieron con gran rapidez desde
el continente africano, expandiéndose hacia Asia y Europa en el siguiente
milenio. Un avance impulsado, en gran medida, por el comercio.
También revela la presencia de linajes previamente desconocidos. Uno de ellos
por ejemplo, vivió en Oriente Medio hace unos 2.000 años y su legado se ha
identificado en asnos actuales de toda Europa y Asia.
COMERCIO Y CRÍA
Los
análisis de ADN antiguo muestran que en la época de los romanos ya
se comerciaba con burros entre Europa y África a través del Mediterráneo, y que
se produjeron intercambios en ambas direcciones que continuaron tras la caída
del Imperio Romano y que dejaron las huellas genéticas más
importante en los burros modernos de África occidental.
Los
inicios de la domesticación de los burros han sido objeto de debate durante
mucho tiempo. Regiones como la Península arábiga o Mesopotamia se
han planteado como candidatas. "Hay pruebas arqueológicas sólidas de la
existencia de burros en el antiguo Egipto y también en Yemen y Mesopotamia. Los
expertos debaten si esto podría indicar que los burros fueron domesticados
varias veces, tanto dentro como fuera de África", explica Todd.
En
este estudio, los investigadores no se han limitado a rastrear los patrones
globales de las técnicas de gestión de los asnos. Por ejemplo, encontraron
un centro de cría de mulas en Boinville-en-Woëvre, un
yacimiento romano del norte de Francia que data del siglo II al V d.C. En este
lugar las pruebas genéticas se hacen eco de los textos de los escritores
romanos que describen que la cría selectiva de animales de estatura excepcional
era ya una práctica habitual y un negocio lucrativo en
la época.
En
ese yacimiento los criadores parecen haber producido variedades especialmente
endogámicas de asnos gigantes en una época en la que las mulas proporcionaban
la mano de obra más extendida para transportar equipo militar y mercancías a
través de un Imperio que se extendía a lo largo de miles de kilómetros. El
cruce entre estos ejemplares y hembras de caballo permitió a los criadores
producir mulas particularmente apreciadas.
DIFERENCIA CON LOS
CABALLOS
Además,
los investigadores revelan que ejemplares de burro salvaje también
aportaron una parte de sus genes a las variedades domésticas en varias regiones
del mundo. Según explica Evelyn Todd, "esto es probablemente el reflejo de
la gestión en libertad de las poblaciones locales de burros en
algunas regiones africanas y en la península arábiga".
Por
otro lado, el estudio revela una importante diferencia entre
el burro y su pariente más cercano, el caballo. "Mientras que
los caballos modernos fueron domesticados en las estepas occidentales de Rusia,
los burros derivan del noreste de África", explica la
investigadora.
"Los
asnos de África, Europa y Asia son muy diferentes entre sí, pero los caballos
muestran una separación continental limitada; eso demuestra que hubo menos
intercambio de burros entre los distintos continentes a lo largo de la
historia. Esas diferencias ponen de manifiesto objetivos de
domesticación distintos y sus funciones diversas en las sociedades
humanas".
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