martes, 31 de marzo de 2015



Comentarios que salen caros

El futuro del que hablaba Andy Warhol cuando dijo: “En el futuro todo el mundo tendrá sus quince minutos de fama”, ya ha llegado. Lleva instalado en este tiempo desde hace unos años. Cada vez es más fácil acceder y compartir información de cualquier tipo, no siempre veraz, ni fiable, ni siquiera de interés general. Cuando Warhol habló de fama no especificó si era buena o mala, y así ha sido. Lo que empezó con programas televisivos que sacaban y sacan a la palestra a personas anónimas, que pueden ser encumbradas o denostadas, lo han multiplicado las redes sociales. La cantidad de datos e imágenes que pueden compartir los 890 millones de usuarios diarios de Facebook o los 284 millones de Twitter y los 300 millones de Instagram puede hacer que un tuit, un comentario o una foto caiga en el vacío o se reproduzca miles de veces y recorra el mundo en cuestión de segundos, esto es lo que le pasó a Justine Sacco.
Sacco iba a pasar sus vacaciones en diciembre de 2013 a Sudáfrica. Antes de coger el avión en Nueva York y durante su escala en Londres escribió algunos tuits relacionados con el país que iba a visitar. Uno de ellos: “Voy a África. Espero no coger el SIDA. Es broma. Soy blanca”, hizo que la chispa estallara. Ella lo lanzó para sus 170 seguidores, cuando llegó a su destino y encendió el móvil se había convertido en trending topic mundial, incluso se publicó una imagen suya llegando al aeropuerto. Era una desconocida que dio la vuelta al mundo de manera física y virtual. Este error le costó, incluso, su puesto de trabajo.
Anita Sarkeesian recibió insultos en su cuenta de Twitter, pero por motivos muy distintos a los de Sacco. Sarkeesian lanzó una campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarted para financiar una serie que trataba del papel de la mujer en el mundo de los videojuegos. A partir de ese momento la han acosado en distintas redes sociales. Ella ha recopilado en su Tumblr las amenazas recibidas en Twitter durante una semana. Este desagradable episodio la ha hecho más conocida, por tanto más fuerte y con la idea de seguir luchando por la igualdad y contra el acoso en Internet.
Las reacciones a los tuits se multiplican cuando el que los publica es un personaje conocido sea del ámbito que sea. Así, el verano pasado el actor Juan Echanove cometió un error, según él mismo ha reconocido. Tradujo un enfado real con una camarera a un tuit en el que la criticó y donde colgó una foto de la misma. Las respuestas en contra fueron inmediatas, tantas que pidió disculpas y cerró su cuenta. Ahora tiene otro perfil vinculado a su blog gastronómico.
Como el caso de Echanove, en el que algo que se podía haber quedado en petit comité tomó una dimensión inesperada, le ocurrió a Alicia Ann Lynch. Esta estadounidense se disfrazó en Halloween de 2013 de herida en el atentado de la maratón de Boston. Subió una foto a Twitter para compartirla entre sus seguidores. Esto tocó la sensibilidad de multitud de tuiteros que reaccionaron insultándola gravemente. Una broma de gusto cuestionable, que no hubiera tenido consecuencias si esa foto no se hubiera hecho pública, acabó obligándola a cancelar su perfil y pidiendo que no siguieran acosando a sus padres, que también sufrieron las consecuencias.
No solo se pagan los tuits controvertidos. La estadounidense Lindsey Stone tuvo la mala idea de subir una foto a su muro de Facebook en la que aparecía haciendo una peineta junto a un cartel que pedía silencio y respeto en el cementerio Nacional de Arlington, un símbolo nacional. Las reacciones fueron de tal calibre –se creó un grupo en la red social con el nombre "Despidan a Lindsey"– que su jefe la echó alegando que no era buena imagen para la empresa, trabajaba en una ONG.

lunes, 23 de marzo de 2015



Las campesinas nicaragüenses exprimen el sol


La rutina diaria de Fátima Brisuela Flores, de 41 años, cambió en enero de 2013, cuando construyó su primera cocina solar. Antes, dedicaba las mañanas exclusivamente a preparar el almuerzo para ella, su marido y sus tres hijos. Hoy en día, además de cocinar, tiene tiempo para otros menesteres. "Ya puedo atender y abastecer mi venta —pequeño negocio de alimentación— sin ningún problema", dice orgullosa esta nicaragüense de piel morena, robusta y algo más de un metro y medio de estatura.
Más allá de los beneficios ambientales y del ahorro económico que supone utilizar una cocina solar en lugar de una de gas, leña o carbón, las mujeres resaltan como "algo maravilloso" tener tiempo libre para ellas. "Siempre que cocinaba debía estar pendiente del fogón, que no se apagara o que la comida se quemara. Hoy, dejo la comida en la cocina —solar— y sé que estará lista en dos horas", explica Brisuelas, una de las más de 800 mujeres beneficiadas por la Fundación Proyecto Solar para Mujeres Nicaragüenses (Fuprosomunic).
Esta organización sin fines de lucro fue fundada en 2004 por María Mercedes Álvarez con un capital inicial de 3.000 dólares (2.800 euros). El origen de la idea, sin embargo, se remonta a 2001, cuando esta química y analista de laboratorio dejó su empleo en el Ministerio de Salud nicaragüense y viajó a Londres para aprender inglés y trabajar como niñera. "Era mi sueño [saber el idioma], pero los planes no salieron como esperaba. La pareja no me pagó porque ya me habían comprado el boleto", relata en su pequeña y calurosa oficina, localizada en una vivienda del barrio Villa Venezuela, al este de Managua, capital del país.
Sola, sin dinero y sin saber el idioma, Álvarez decidió regresar a Managua, pero antes se comunicó con algunos amigos europeos que había conocido durante los años ochenta. Uno de ellos, el suizo Kuno Roth, la invitó a pasar unos días en Davos, donde descubrió las cocinas solares. "Yo le dije a Kuno, que eso [la cocina] se podía implementar en Nicaragua. Él me contestó que tenía 3.000 dólares que podía usar", recuerda la coordinadora de Fuprosomunic, una mujer menuda, de piel morena y energía inagotable.

La idea cuajó tres años después, cuando Álvarez, que ahora tiene 51 años, se alió con dos líderes rurales: Josefa Carranza, de la comunidad pacaya en el departamento de Masaya, y Blanca Azucena Angulo, de El Rosario, en Rivas. Ellas promovieron el proyecto y lograron que seis mujeres de cada zona asistieran, en marzo de 2004, a un programa de capacitación. Construyeron tres cocinas con la ayuda de instructores de una ONG dedicada a promover el uso de energía solar.
Cada lider se quedó con una cocina. La última fue rifada y le tocó a una mujer de Masaya. Ellas fueron las encargadas de mostrar el producto en sus vecindarios. El boca a boca se expandió por las comunidades aledañas y, para junio de ese año, Álvarez ya tenía listo un grupo de 20 mujeres interesadas en formarse. En la actualidad, se desarrollan talleres en zonas rurales y barrios periféricos de cinco departamentos de Nicaragua.
La capacitación dura ocho días, aunque para construir una cocina no se necesitan más de tres días, según María Cristina Bermúdez, de 65 años y coordinadora de Fuprosomunic en Granada. El resto del tiempo lo utilizan para hablar con las alumnas sobre sus derechos, sobre medio ambiente, salud reproductiva e igualdad de género. "Es un momento de desahogo para muchas. Ellas no hablan o reclaman en sus casas, por temor a sus maridos", asegura Álvarez.
El costo de una cocina es de 150 dólares (143 euros), pero las mujeres solo pagan 20 dólares (19 euros) a plazos. La idea es que el dinero salga de lo que se ahorran en la compra de gas o leña. Brisuela antes adquiría cada mes una bombona de gas de 11 kilos, ahora lo hace cada dos meses y medio. Un tanque cuesta unos ocho dólares (siete euros). "Ese dinero lo uso para darme algún capricho", comenta la granadina. La fundación, además, somete a las beneficiarias a un seguimiento para saber si usan el aparato, pues en caso contrario se lo quitan.
La cocina es una caja doble que pesa unos 14 kilos. El exterior está forrado con láminas rectangulares de zinc, y el interior con fragmentos de planchas metálicas procedentes de antiguas imprentas. Entre ambas capas  hay pedazos de fibra de vidrio y virutas gruesas de madera para mantener el calor. Dispone de una abertura en uno de sus lados para introducir los alimentos, que se ponen sobre una sartén metálica pintada de negro. En el centro tiene un cristal de cuatro milímetros de grosor y 75 centímetros por cada lado. La cara interior de la tapadera está forrada con papel de aluminio que sirve como reflector. Se sostiene sobre un esqueleto de madera, con agarraderas y pequeñas ruedas para moverla a cualquier lado.
Tras el éxito con las cocinas, la fundación decidió en 2005 impulsar otros proyectos solares con el financiamiento de la ONG Nicasolar, creada en Suiza por Kuno Roth. Comenzaron con la purificación de agua a través del método Sodis, que consiste en rellenar botellas de plástico transparente para exponerlas a la luz solar durante seis horas. El sol destruye los patógenos y desinfecta el líquido. Asimismo, Fuprosomunic se aventuró a deshidratar frutas como banano, papaya, mango, piña, melocotón y flor de jamaica. Esto lo hace en dos ambitos: familiar y comunitario.
Los deshidratadores familiares son pequeños y van dirigidos a las familias que tienen negocios de secado de hierbas, venta de granos básicos, piezas de cerámica y plantas medicinales. Los comunitarios son más grandes, ya que su objetivo es obtener producción suficiente para venderla en ferias o mercados locales. La fundación cuenta con los permisos sanitarios para comercializar la flor de jamaica y piña seca, según Álvarez, quien añade que de momento sólo trabajan por pedidos.
Fuprosomunic tiene otros proyectos en desarrollo: cocinas mejoradas, electrificación solar y la construcción de un complejo que llamarán Centro eco-solar Nicaragua. Sin embargo, son las cocinas las que les han dado alegrías a estas mujeres. En 2013 fueron galardonadas con el Energy Globe Award en las categorías mundial y aire. Este premio se otorga desde hace una década y reconoce las mejores iniciativas medioambientales en más de 100 países. No trajo remuneración económica. Sin embargo, en febrero de 2015 recibieron 30.000 dólares (28.584 euros) por haber ganado el Premio Internacional Dubái por Transferencia de Mejores Prácticas.
En todos sus proyectos la fundación ha trabajado de una misma manera: visualiza una idea, se alía con otra ONG y ejecuta un plan. De esta unión, Fuprosomunic ha obtenido todos los conocimientos. "Lo que nos interesa es que las mujeres sepan hacer las cosas por ellas mismas, que se sientan capacitadas", comenta Álvarez. Ese aprendizaje le ha servido a Bermúdez para "sentirse útil" y enseñar a otras vecinas, mientras que a Brisuela le ha facilitado las cosas para "independizarse" de su marido. "Ya puedo usar varias herramientas. No necesito esperar a nadie para reparar una puerta", añade.


jueves, 19 de marzo de 2015


Un robot diseñado por una congoleña revoluciona las calles africanas
Un robot, desarrollado por una investigadora africana, está acaparando las calles en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo. No tiene nombre, pero se está convirtiendo en un héroe en un país donde las muertes por el tráfico son un problema nacional. Su fama ya ha traspasado las fronteras congoleñas y Thérèse Izay Kirongozi, la Ingeniera que le ha dado vida (artificial, claro), está empeñada en que triunfe en todo el mundo. Y va camino de conseguirlo, de la mano de la Fundación Mujeres por África, que presentó su proyecto “Ellas Investigan”, del que ya se ha hablado en Laboratorio para Sapiens. De sus palabras se deduce el ímpetu con el que nuevas generaciones de mujeres de ese continente están entrando en el mundo de la ciencia africana e internacional, conscientes de su realidad: "Los africanos debemos ser quienes transformemos nuestros recursos".

En un país donde la situación y los derechos de las mujeres se violan continuamente, ¿cómo ha sido su carrera hasta aquí, y más en una profesión como la electrónica, donde también en Europa hay pocas mujeres?
Yo era la mayor de seis hermanos. Mi padre era ingeniero electromecánico y fue él quien me animó mucho a estudiar nuevas tecnologías, pues pensaba que ahí estaba el futuro. Tiene razón que es una profesión muy masculina. De hecho, en mi promoción éramos sólo tres mujeres entre 15.000 hombres. Un grano de arena. Luego su número ha aumentado y ahora somos un 5%, poco, pero un gran avance. En mi caso, estudiar sólo con chicos me vino muy bien para romper la timidez y me demostró que las mujeres podemos hacer todo lo que nos propongamos, exactamente lo mismo que los hombres.
¿Cómo nació este robot? ¿Se había hecho algo similar antes?
Pues no, no se había hecho nada parecido en ningún sitio. El robot nació porque constaté que en África el tráfico era un gran problema. Según informes de la OMS, cada hora mueren 26 personas en accidentes en África, y únicamente tenemos el 2% del parque automovilístico mundial. Eso lo convierte en la causa principal de fallecimiento. Además, las víctimas más comunes son niños y mujeres. En Kinshasa, en 2012 hubo más de 5.500 accidentes en 10 meses, con más de 3.000 muertos. Al conocer estos datos, se me ocurrió diseñar un robot para el control del tráfico, porque hay señales pero mucha gente no las entiende. Y porque en mi país hay muchos conductores que no han estudiado y no saben interpretarlas. Respecto a los guardias, no siempre están cuando se necesitan. Por ello, diseñamos un robot que todo el mundo puede entender. En realidad tenemos dos generaciones. Una que ayuda a los niños a cruzar calles y otra que ayuda a aclararse en las rotondas o cruces, donde hay muchas señales. Y les hemos dado voz: si un niño quiere cruzar, da a un botón y el robot le dice cuándo puede cruzar y le habla para que aprenda. Incluso canta. Desde que están en las calles, la población se siente cercana a la máquina. Antes, nadie les hablaba para informarles de cómo actuar. Nuestro robot lo hace.
¿Y qué ocurre cuando alguien comete una infracción?
También tenemos un sistema de vigilancia con cámaras instaladas en el autómata que registra todo lo que pasa y saca fotos de los que van a demasiada velocidad o se saltan una señal. Tiene una visión de 360 grados, que es mucho más que una persona. Incluso en Europa las cámaras tienen un ángulo de visión de 180 grados, así que es una gran innovación. Pero nuestra meta es tener un autómata perfecto, y estamos en ello. Lo hemos hecho de 2,5 metros de alto, sobre una peana, para que infunda respeto a los conductores. Ante un robot, se piensan si cometer una infracción. Otra característica es que, como en Congo hay problemas de suministro eléctrico, funciona con paneles solares. Y como tiene inteligencia artificial, se apaga cuando hay poco tráfico. Todo esto está conectado con un Centro de Control de Operaciones.
Este desarrollo surgió de una cooperativa de mujeres. ¿Cómo lograron sacarlo adelante?
Efectivamente, es fruto de un diseño que surgió en la cooperativa Women's Technology, un grupo que comenzó siendo únicamente de mujeres ingenieras, aunque ahora hemos incorporado a hombres. Nuestro objetivo es crear empleo. De hecho, ya tenemos seis robots instalados en República Democrática del Congo y a partir de enero habrá otros 20, que estamos fabricando ahora. Incluso tenemos pedidos en Angola, en Abuya (Nigeria), en Brazzaville (República del Congo) y en Abidjan (Costa de Marfil). En Europa, Bélgica quiere apoyar esta iniciativa y comprará un robot para la ciudad de Namur; también en Paris, la asociación Color de África quiere uno para presentarlo en su país.
¿Cuánto cuesta un robot así?
Lo vendemos entre 20.000 y 25.000 euros pero el precio es lo de menos, queremos que las jóvenes, a través de la ciencia y de las nuevas tecnologías, puedan avanzar. Mi país es el pulmón de África, tenemos muchos minerales, ningún otro país africano tiene tantos recursos, pero sin embargo somos de los más pobres. Y si conseguimos que las mujeres tengan espíritu de empresa e innovación se podrán conseguir cambios de verdad en África, y sobre todo en mi país.
¿Fue fácil implicar a más mujeres en la cooperativa?
La creé hace 10 años porque vi que no teníamos trabajo en las empresas y que al final, pese a tener formación, las tituladas acababan despachando en una tienda. No sé si nos subestimaban por ser mujeres o si se debe a que hay mucho desempleo. Pero yo soy muy emprendedora, así que comencé organizando talleres de electrónica para enseñarles cómo arreglar ordenadores o móviles y, poco a poco, surgieron pequeñas empresas. Más adelante, organicé ferias en las que se mostraban las innovaciones tecnológicas que hacían estas mujeres y los jóvenes, pero no había interés en las empresas. Una de esas innovaciones que se presentaron fue un robot de madera, que me dio la idea de transformarlo en un sistema de tráfico inteligente, puesto que yo había hecho la especialización en autómatas; pensé que se podía desarrollar la idea a través de una cooperativa de mujeres, en la que se implicaron muchas.
¿Tienen otros proyectos en mente?
Tenemos los cajones llenos de proyectos, pero uno de los más interesantes es el desarrollo de un sistema mecánico que ayude a las mujeres que cargan peso sobre la cabeza. En Congo hay dos o tres provincias donde llegan a acarrear casi 200 kilos de este modo. Las llamamos las mujeres transportistas y queremos buscar una solución. Algo sencillo, sin piezas electrónicas, que encaje en el medio ambiente porque se trata de una zona montañosa. Además, con el dinero que consigo a través de Women's Technology también tenemos en marcha proyectos sociales de ayuda a mujeres y niños. En Madrid he visto que también podemos desarrollar otros ámbitos importantes para las mujeres. Y todo lo financiamos vendiendo robots, aunque al principio pagué la formación de las mujeres con tres restaurantes que tengo abiertos. En mi país no hay subvenciones y desde que tuvimos dos prototipos en la calle, tardamos dos años en tener el primer pedido.Pero siempre fuimos optimistas. Ahora tenemos seis en acción, además de los 20 que estarán en marcha en enero.

Es una auténtica fábrica.
(Risas) Prefiero llamarlo laboratorio. Fabricamos de forma artesanal. Somos sólo 15 personas de momento, pero pienso que podemos llegar a ser más de mil. Una parte para fabricación, otra mantenimiento y también para el centro de control. Además, es un sistema que permitirá al Estado recaudar mucho dinero a través de las multas; si el Estado nos financiara con un 5% de esa cantidad, ayudaría a que la cooperativa sobreviva. En Sudáfrica, el 17% del presupuesto nacional se consigue por las sanciones de tráfico y en Zambia, hasta un tercio. Pero en mi país, con 70 millones habitantes, es una aportación irrisoria. Quiero decir con ello que no sólo aportamos nueva tecnología, sino que también podemos generar ingresos. Y también trabajo para los jóvenes, en un país donde hay un 80% de paro juvenil con una tecnología propia. Tendremos que importar los paneles o las cámaras, pero lo demás es diseñado en República Democrática del Congo.
¿Qué factor diferencial aporta que sea investigación hecha en África frente a la que les llega de fuera para África?
El padecimiento que tiene este continente es su incapacidad para la transformación. Siempre digo que conseguiremos salir adelante cuando seamos capaces de aprovechar nuestros recursos, como por ejemplo los minerales. Ya hemos dado un primer paso al fabricar algo en el Congo, un país que valora poco la inteligencia humana. En general, en África se tiene en cuenta la riqueza en recursos, pero se olvida que la inteligencia humana es fundamental para el desarrollo, que es algo que sí se entiende en Europa. No sirve de nada tener minerales valiosos si no hacemos nada con ellos. Mientras África no sepa transformar sus materias primas, no se podrá desarrollar.
¿Tiene algo que hacer al respecto la comunidad internacional?
Debemos ser nosotros mismos los que nos demos cuenta. En mi país hay gente viviendo en casas en las que crece el algodón, o en las que se ve el cobalto. Pero lo que hacemos es venderlo y otros se hacen ricos transformándolo. Somos los africanos los que debemos ser conscientes de lo que pasa. Podemos desarrollar África solos.
¿Hay contactos entre investigadoras africanas en los que comparten sus trabajos?
Si, pero no muchos. Ha habido reuniones en Angola o Nigeria. Y en todas animamos a las jóvenes a implicarse en las nuevas tecnologías. Prefieren la medicina, la docencia, incluso el periodismo, pero intentamos que amplíen su escenario porque aquí hay mucho futuro. Desde las instituciones públicas también hablan de ello, pero en África se habla mucho y se hace poco.
¿Está satisfecha con el eco internacional de su robot?
Mucho. Ha sido una sorpresa que una fundación española se haya interesado en nuestro proyecto; es la segunda gran sorpresa. La primera la tuvimos cuando la mujer del vicepresidente de Estados Unidos, de visita en Congo, vino a conocer nuestro laboratorio porque la CNN lo había sacado en antena.



miércoles, 18 de marzo de 2015



Esto es lo que la falta de sueño le hace a tu cuerpo
Todos sabemos que hay pocas situaciones cotidianas tan estresantes como el ansia de dormir cuando no podemos hacerlo, y que hay también pocas batallas tan perdidas como la lucha contra el sueño cuando somos incapaces de mantener los ojos abiertos.
Dormir es una actividad que nos repone física y mentalmente, a la que los adultos deberíamos dedicar entre siete y nueve horas diarias; esta duración se eleva a 8-10 horas en los adolescentes, 9-11 horas en los niños en edad escolar, 10-13 horas en los preescolares (de 3 a 5 años), 11-14 horas para los niños de 1 a 2 años, 12-15 horas para los bebés de 4 a 11 meses, y 14-17 horas para los recién nacidos (de 0 a 3 meses), todo ello según las recomendaciones recientemente actualizadas por la Fundación Nacional del Sueño de EEUU.
Cuando no cumplimos estas recomendaciones, la falta de sueño nos deja cansados, con el cuerpo pesado como el plomo y serios déficits en la atención, la memoria, la concentración y la capacidad de tomar decisiones. Pero si conocemos bien los efectos de un sueño reparador y los perjuicios de no conseguirlo, en cambio no tenemos una idea tan clara sobre cuáles son los mecanismos que están detrás de todo ello. Durante años, los científicos han perseguido las razones clave por las que dormir es tan imprescindible. Sabemos que ayuda a ahorrar energía y a consolidar la memoria mediante la formación de nuevas conexiones neuronales encargadas de retener lo aprendido durante el día. Pero, ¿es esto suficiente para justificar la enorme inversión en sueño que debemos realizar a lo largo de toda nuestra vida?

EL CEREBRO TIRA DE LA CADENA
En 2013, un estudio publicado en la revista Science y dirigido por la neuróloga del Centro Médico de la Universidad de Rochester (EEUU) Maiken Nedergaard reveló que los canales entre las neuronas de los ratones crecen un 60% durante el sueño, y que este ahuecamiento se aprovecha para drenar las toxinas que se acumulan en esos espacios hacia el líquido cefalorraquídeo, el fluido que baña el cerebro y la médula espinal. En otras palabras, los científicos descubrieron que durante el sueño el cerebro tira de la cadena, eliminando residuos indeseables como la proteína beta-amiloide que es característica de la enfermedad de Alzheimer. El hallazgo fue tan revolucionario que mereció un puesto entre los diez avances del año para la revista Science.

Lo anterior suscita la inquietante pregunta de si la falta de sueño puede ser un desencadenante a largo plazo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Las pruebas no han establecido un vínculo tan directo, pero sí sabemos que la falta de sueño provoca pérdida de neuronas, y que cuando a ratones modificados para padecer Alzheimer se les impide dormir, la enfermedad se desarrolla antes de lo normal.
Sin embargo, no es necesario ir tan a largo plazo para encontrar los daños que un sueño deficiente puede provocar al ser humano. Detrás del malestar que sentimos como consecuencia de una noche en blanco, o de varias noches en gris, hay todo un cuadro de desarreglos que afectan a muchas partes de nuestro cuerpo, no solo al cerebro. Aumentan los niveles de hormonas como la dopamina, la epinefrina (adrenalina) y la interleuquina 6, relacionadas con la alerta, el estrés y la inflamación, lo que puede causar daño cardiovascular e infartos. También se dispara el cortisol, otra hormona de estrés que además envejece nuestro aspecto al romper el colágeno de la piel; el sistema inmunitario pierde eficacia, y se eleva el riesgo de padecer obesidad y diabetes de tipo 2: un estudio publicado este mes demuestra que cinco noches seguidas durmiendo cuatro horas bastan para reducir una cuarta parte la sensibilidad del cuerpo a la insulina. En los hombres, la falta de sueño reduce la testosterona y perjudica la calidad del esperma.
Un estudio publicado el pasado enero en la revista PLOS ONE por un equipo del Centro Médico de la Universidad Libre de Ámsterdam (Holanda) ha sometido a un grupo de 12 voluntarios a técnicas de neuroimagen, tests cognitivos y análisis bioquímicos después de una noche sin dormir. Los científicos, dirigidos por la psiquiatra Ursula Klumpers, estudian la respuesta de estrés como el intento del organismo de seguir despierto bajo la presión de la falta de sueño. "Desde una perspectiva evolutiva, mantenerse despierto ha servido para estar en guardia frente a amenazas externas, lo que requiere aumentar la alerta", escriben los investigadores. Entre sus conclusiones destaca que la privación del sueño anula los efectos de la práctica y el aprendizaje a la hora de realizar tareas; podemos imaginar lo que esto significaría si la tarea fuese, por ejemplo, pilotar un avión. "La privación del sueño en adultos sanos induce amplios cambios neurofisiológicos y endocrinos, caracterizados por un funcionamiento cognitivo disminuido", concluyen los autores.

INSOMNIO MORTAL
Ante este caos metabólico, neurológico y cognitivo, surge la pregunta: ¿podemos morir de falta de sueño? La única respuesta posible a quien tire de esa frase hecha, "ya dormiré cuando esté muerto", es que eso podría ocurrir pronto. Los casos de vigilia voluntaria no han llegado a tal extremo. El Libro Guinness establecía el récord en algo más de 11 días, pero posteriormente dejó de incluir esta marca debido a los riesgos para la salud que podía sufrir quien se propusiera batirla. En cambio, sí se conocen casos de muertes debidas a un raro y horrible mal llamado Insomnio Familiar Fatal (IFF). Identificada por primera vez en los años ochenta del siglo pasado, esta enfermedad hereditaria está causada por un prión, una proteína defectuosa que se rebela contra el organismo. El IFF puede aparecer en cualquier momento de la vida; a partir de entonces, comienza un proceso irreversible e incurable que pasa por privación completa del sueño, alucinaciones, pérdida de peso, incapacidad para caminar o hablar y aislamiento de la realidad, hasta que la muerte sobreviene entre 7 y 36 meses después de los primeros síntomas.
Sabemos también de los efectos letales de la privación del sueño por los experimentos con ratas. En 1989, el entonces profesor de la Universidad de Chicago Allan Rechtschaffen determinó que estos animales no vivían más de dos o tres semanas sin dormir, aunque la causa exacta de la muerte por insomnio aún es una incógnita. Pero, ¿cuál es el límite en seres humanos sanos? En tres palabras: no se sabe. "Esto variará con la edad, el género y el estado médico", apunta el doctor Michael Breus, experto mundial en medicina del sueño que a su práctica clínica une una intensa labor divulgadora por la cual se le conoce en EEUU como Doctor Sueño. Breus sí se atreve, en cambio, a señalar el límite de la falta crónica de sueño que enciende la luz roja del peligro: "Generalmente, veo efectos dañinos en mis pacientes cuando duermen solo cinco horas y media o menos".

EN BUSCA DEL SUEÑO PERDIDO
La buena noticia es que los perjuicios pueden ser reversibles, al menos en parte, si regresamos a una rutina de sueño saludable. Se ha demostrado que la sana costumbre de la siesta puede compensar los efectos metabólicos de un sueño nocturno insuficiente. Un estudio publicado este mes por investigadores de la Universidad Descartes-Sorbonne de París revela que dos siestas de 30 minutos, una por la mañana y otra por la tarde, bastan para suprimir los trastornos hormonales e inmunitarios que produce una noche con solo dos horas de sueño. Según el primer autor del trabajo, Brice Faraut, "este es el primer estudio que demuestra que la siesta puede restaurar los biomarcadores de salud neuroendocrina e inmunitaria a niveles normales", lo que en su opinión "puede contrarrestar los efectos dañinos de la restricción del sueño".
Breus advierte de que "nadie está seguro al cien por cien" de que los efectos sean totalmente reversibles. "Sabemos que podemos ponernos al día en la privación reciente del sueño, así que si estás en pie durante 36 horas, luego puedes dormir más y sentirte normal; pero si tu privación es de años, nunca llegarás a restaurarte por completo". En este último caso, prosigue Breus, el cuerpo nos permitirá dormir lo que necesitamos, pero tal vez solo lleguemos a recobrar un 90% de la salud perdida. "El sueño es reparador, y cuando impedimos a nuestro cuerpo que se repare, nunca llega a recuperarse. Ahí es donde comienza todo lo malo", concluye Breus.
ES'> estudio publicado este mes por investigadores de la Universidad Descartes-Sorbonne de París revela que dos siestas de 30 minutos, una por la mañana y otra por la tarde, bastan para suprimir los trastornos hormonales e inmunitarios que produce una noche con solo dos horas de sueño. Según el primer autor del trabajo, Brice Faraut, "este es el primer estudio que demuestra que la siesta puede restaurar los biomarcadores de salud neuroendocrina e inmunitaria a niveles normales", lo que en su opinión "puede contrarrestar los efectos dañinos de la restricción del sueño".

Por su parte, el doctor Breus advierte de que "nadie está seguro al cien por cien" de que los efectos sean totalmente reversibles. "Sabemos que podemos ponernos al día en la privación reciente del sueño, así que si estás en pie durante 36 horas, luego puedes dormir más y sentirte normal; pero si tu privación es de años, nunca llegarás a restaurarte por completo". En este último caso, prosigue Breus, el cuerpo nos permitirá dormir lo que necesitamos, pero tal vez solo lleguemos a recobrar un 90% de la salud perdida. "El sueño es reparador, y cuando impedimos a nuestro cuerpo que se repare, nunca llega a recuperarse. Ahí es donde comienza todo lo malo", concluye Breus.

ctor Breus advierte de que "nadie está seguro al cien por cien" de que los efectos sean totalmente reversibles. "Sabemos que podemos ponernos al día en la privación reciente del sueño, así que si estás en pie durante 36 horas, luego puedes dormir más y sentirte normal; pero si tu privación es de años, nunca llegarás a restaurarte por completo". En este último caso, prosigue Breus, el cuerpo nos permitirá dormir lo que necesitamos, pero tal vez solo lleguemos a recobrar un 90% de la salud perdida. "El sueño es reparador, y cuando impedimos a nuestro cuerpo que se repare, nunca llega a recuperarse. Ahí es donde comienza todo lo malo", concluye Breus.


viernes, 13 de marzo de 2015

Primeras derrotas de Boko Haram
El viento parece estar cambiando en el noreste de Nigeria y las riberas del lago Chad, donde desde finales de enero se está librando una guerra sin cuartel contra Boko Haram, el grupo terrorista más sanguinario de África, que desde 2009 ha asesinado a unas 13.000 personas y que el pasado 7 de marzo declaró su obediencia al Estado Islámico. La intervención militar conjunta de los países vecinos, en concreto de Chad, Níger y Camerún, sumada a la presencia de mercenarios sudafricanos y de la ex Unión Soviética en las filas nigerianas y al apoyo francés y estadounidense en tareas de información y uso de drones, han logrado frenar el avance de los terroristas y han supuesto la recuperación de 36 localidades que estaban bajo su control.
En un alarde quizás de optimismo y con las miras puestas en las elecciones presidenciales que se celebran el próximo día 28, el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, ha llegado a asegurar en una reciente entrevista concedida a la radio La Voz de América que Boko Haram será derrotado en tres semanas. Precisamente los comicios se retrasaron seis semanas por la situación de violencia creada, que ponía en riesgo que millones de personas pudieran votar. Está por verse si esta primera ofensiva coordinada contra Boko Haram se traduce en un resultado favorable a Jonathan en las urnas, ya que muchos acusan al presidente de haber reaccionado demasiado tarde.
Pero al menos Goodluck Jonathan sí puede reivindicar que la pinza contra Boko Haram está dando sus primeros resultados. Mientras desde el este el Ejército camerunés trata de contener la contraofensiva de los terroristas, una unidad chadiano-nigeriana que forma parte de la fuerza militar conjunta de 8.700 efectivos aprobada por la Unión Africana lanza ataques desde el norte para tratar de recuperar ciudades bajo control de los terroristas. Esta semana se han vivido violentos combates en los alrededores de la localidad nigeriana de Damasak y, según fuentes militares, en cuestión de días los terroristas serán derrotados. Lo mismo ha ocurrido en el bosque de Lame-Burra y en la ciudad de Madagali, última localidad bajo control de los terroristas en el Estado de Adamawa.
Dos firmas privadas han aportado decenas de “técnicos e instructores”
Pero los nigerianos no están solos. Junto a sus tropas están luchando decenas de mercenarios. El propio Jonathan aseguró que dos compañías privadas habían aportado “instructores y técnicos” al Ejército nigeriano en la presente ofensiva. Pero es mucho más que eso. Según la agencia Reuters, se trata de soldados vinculados a los responsables de la antigua empresa sudafricana de seguridad Executive Outcomes, cuya participación fue clave a finales del pasado siglo en conflictos como los de Angola y Sierra Leona. Cobran unos 400 dólares (377 euros) al día.
Por otra parte, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está negociando el texto de una resolución en la que muestre su apoyo logístico y financiero a la misión militar emprendida por la Unión Africana, así como sanciones a quienes financien a Boko Haram. La resolución prevé la celebración de una conferencia de donantes en abril que permita apoyar los esfuerzos de países como Chad, que ha desplegado 3.000 soldados, Camerún (950), Benín (750), Níger (750) y la Nigeria (3.250). Se espera que la resolución, propuesta por los miembros africanos del Consejo de Seguridad, en concreto Angola, Chad y Nigeria, sea presentada en la próxima semana y aprobada en el plazo de un mes.


miércoles, 11 de marzo de 2015

Tráfico de niños para jugar al fútbol, una nueva forma de esclavitud

Una nueva forma de esclavitud se extiende ahora en el mundo, la del tráfico de niños africanos y latinoamericanos para jugar al fútbol en los grandes clubes europeos. A pesar de que las normas de la FIFA prohíben que los clubes contraten a menores de fuera de Europa, algunos de los grandes equipos de España, Italia, Francia e Inglaterra lo hacen, según una investigación sobre ello en África, Noruega y París, entre otros lugares, y que ha comenzado el rodaje de la película Diamantes negros, con la que denunciará esta situación. Actualmente, existen unos 20.000 menores africanos que han sido abandonados por los equipos y sobreviven en las calles de nuestros países.

Conocida en los organismos internacionales y ONG's como una modalidad de 'trafficking', esta nueva perversión se lleva a cabo de muy diferentes maneras. Algunos clubes emplean la táctica de becas ficticias, falsificación de pasaportes o incluso de contratos de trabajo a los propios menores como jardineros, empleados del bar de los estadios...
La mayoría de las veces, engañan a las familias, que esperanzadas por la posibilidad de una vida diferentes para sus hijos, veden sus propiedades o se endeudan de por vida para conseguir el dinero del viaje de los niños.
Cuando los niños llegan, nada es fácil para ellos. Si no responden como prometían o tienen una lesión, son abandonados a su suerte. Si los clubes deciden mantenerles, no existe para ellos una educación adecuada ni la posibilidad de que sean sus familias las que manejen su situación.
Esta es una realidad que fue denunciada en el Parlamento Europeo por el representante de la ONG Culture Foot Solidaire y ex futbolista camerunés Jean-Claude Mbvoumin.

En Noruega descubrieron a John Obi Mikel, un niño al que tenían escondido en este país los dirigentes del Chelsea, esperando que cumpliera 18 años. Allí, llevaron también a tres niños nigerianos para que Obi Mikel no "tuviera añoranza y la ‘inversión' se echara a perder". Además, el director contactó con Ronny Van der Meij, un abogado especialista en derecho deportivo, que fue quien le facilitó, entre otros, la información de los 20.000 niños africanos que vinieron a Europa a jugar al fútbol y hoy malviven en las calles. En París, Alcantud conoció a menores abandonados después de sufrir alguna lesión o tras fallar en sus primeras pruebas.
Para las familias africanas y latinoamericanas pobres es muy difícil, por no decir imposible, resistirse a la tentación de convertir a los niños en futbolistas profesionales en algún país de Europa. Ello facilita enormemente el tráfico de los menores, un delito siniestro que podría evitarse creando academias de fútbol en sus países de origen, aunque por supuesto eso implicaría un gasto un poco mayor para los millonarios clubes de fútbol.


martes, 10 de marzo de 2015

Crean un material capaz de cambiar de un estado rígido a otro blando y adaptable

En la película "Terminator 2", el robot T-1000 cambia de forma y se transforma en un estado líquido para pasar a través de espacios reducidos o para repararse a sí mismo si sufre daños.

Ahora, un material de cambio de fase construido a partir de  cera y espuma es capaz de cambiar entre un estado duro y rígido y otro blando y adaptable, podría permitir incluso robots de bajo costo para realizar la misma hazaña.

El material - desarrollado por Anette Hosoi, profesora de ingeniería mecánica y matemáticas aplicadas en el MIT, y su ex estudiante graduado Nadia Cheng, junto con investigadores del Instituto Max Planck de Dinámica y Auto organización y la Universidad de Stony Brook - podría ser utilizado para construir robots quirúrgicos deformables. Los robots podrían moverse a través del cuerpo para llegar a un punto concreto sin dañar ninguno de los órganos o vasos a lo largo del camino.

Los robots también podrían ser utilizados en las operaciones de búsqueda y rescate para pasar a través de los escombros en busca de supervivientes, dice Hosoi.

Trabajando con la compañía de robótica Boston Dynamics, con sede en Waltham, Massachusetts, los investigadores comenzaron a desarrollar el material como parte del programa de Robots Químicos de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA). La agencia estaba interesada en robots "blandos", capaces de moverse a través de espacios reducidos y luego expandirse de nuevo para moverse en torno a un área determinada, como hacen los pulpos.

Pero si un robot va a realizar tareas significativas, debe ser capaz de ejercer una cantidad razonable de la fuerza en su entorno, dice Hosoi. Lo que es más, el control de una estructura muy suave es extremadamente difícil: Es mucho más difícil predecir cómo se moverá el material, y qué determinará su forma de lo que pasa con un robot rígido.   
Así que los investigadores decidieron que la única manera de construir un robot deformable sería desarrollar un material que puede cambiar entre un estado blando y duro, dice Hosoi, 
Para construir un material capaz de cambiar entre estados blandas y rígidas, los investigadores recubrieron una estructura de espuma en cera. Eligieron la espuma, ya que puede ser comprimida en una pequeña fracción de su tamaño normal, pero una vez liberada recuperará de nuevo a su forma original.   
El recubrimiento de cera, por su parte, puede cambiar a partir de una cáscara exterior dura para una superficie suave y flexible con calentamiento moderado. Esto podría hacerse mediante la ejecución de un alambre a lo largo de cada uno de los puntales de espuma revestida y luego aplicar una corriente para calentar y derretir la cera circundante. La desactivación de la corriente de nuevo permitiría que el material se enfríe y vuelva a su estado rígido.  
Además de cambiar el material a su estado blando, el calentamiento de la cera de esta manera también repararía cualquier daño sufrido, dice Hosoi. "Este material permite la auto-sanación", dice. "Si  fractura del recubrimiento, se puede calentar y luego enfriar, y la estructura vuelve a su configuración original".
Materiales de bajo coste  
Para construir el material, los investigadores colocaron simplemente la espuma de poliuretano en un baño de cera derretida. Luego apretaron la espuma para absorber la cera, dice Cheng. "Una gran cantidad de materiales de innovación pueden ser muy caros, pero en este caso se puede comprar realmente espuma de poliuretano de bajo costo y un poco de cera en una tienda de artesanía", dice.  
Con el fin de estudiar las propiedades del material en más detalle, se utilizó entonces una impresora 3-D para construir una segunda versión de la estructura reticular de la espuma, para permitir que controlen cuidadosamente la posición de cada uno de los puntales y los poros.   
Cuando probaron los dos materiales, encontraron que la red impresa era más susceptible de análisis de la espuma de poliuretano, aunque esto último todavía estaría bien para aplicaciones de bajo costo, dice Hosoi. El revestimiento de cera también podría ser sustituido por un material más fuerte, tal como soldadura, añade.   


lunes, 9 de marzo de 2015



El calentamiento global hará que el mar crezca hasta hacer desaparecer ciudades como Bangladesh
Más de la mitad de la población mundial vive a menos de 60 km del mar. Este dato facilitado por la Organización Mundial de la Salud explica los graves riesgos que corre la humanidad de producirse, tal y como se viene apreciando en los últimos años, un aumento del nivel del mar producido por el calentamiento global.
Así, y según datos del GIEC, el grupo de expertos de la ONU sobre el clima, el nivel del mar sube un 60 por ciento más deprisa de lo que se había estimado en 2007, en concreto sube 3,2 milímetros al año.
Algunos estudios a futuro, como el del Instituto de Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático de Postdam (Alemania), aseguran que la dilatación del agua vinculada al incremento de las temperaturas podría provocar una subida del nivel del mar superior a un metro.
"Esto significa que las zonas situadas a menos de un metro por encima del nivel del mar, donde existe una gran concentración de población como en Bangladesh, van a desaparecer", señala uno de los autores, Grant Foster, de la sociedad estadounidense Tempo Analytics.
"Habrá cientos de millones de refugiados climáticos, y posibles guerras y todo tipo de conflictos por el acceso a los recursos", añadió. "En las grandes ciudades como Nueva York, los efectos esperados son probablemente los vistos durante el huracán Sandy", añadió.
Deshielo de los polos terrestres
En este sentido, el deshielo de los casquetes glaciares influye en gran medida en el aumento del nivel del mar. El informe del Instituto de Postdam alerta de una subida de entre 0,5 y 1 metro del nivel del mar para el año 2060, y en 2100 podría alcanzar varios metros.
Así, el informe apunta a que las ciudades más vulnerables a las inundaciones están localizadas en Mozambique, Madagascar, México, Venezuela, India, Indonesia, Filipinas y Vietnam. Si la subida de la temperatura fuera sólo de 2 grados, en el año 2300 el nivel del mar habría subido entre 1,5 y 4 metros. Lo cierto es que un reciente informe publicado por el Gobierno de Estados Unidos hablaba de un aumento esperado de la temperatura media en 5ºC para 2100.
Para las pequeñas islas y las zonas de los deltas de los ríos, esto sería devastador, sobre todo si se combina con ciclones o fenómenos climatológicos adversos. "Muchas islas serían incapaces de sostener a sus comunidades. Se produciría una pérdida irreversible de biodiversidad", ha alertado Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.
Otro de los riesgos es el del aumento de la demanda de agua potableen una población mundial también en aumento. Y los problemas serán también para la agricultura; el mar entrará en acuíferos de regadío, destruyendo las plantaciones o los cultivos de costa. Todo esto llevará a déficits nutricionales y a riesgos de epidemias como malaria, dengue o diarreas y problemas respiratorios debido al aumento de polución.
Trastornos mentales por los desplazamientos
La Organización Mundial de la Salud alerta de que el aumento del nivel del mar destruirá hogares, servicios médicos y otros servicios esenciales, y la obligación de desplazamiento de su lugar habitualpodría degenerar en trastornos mentales.

Asimismo, la variabilidad de las precipitaciones afectará, según la OMS, al suministro de agua dulce, y la escasez de ésta puede hacer peligrar la higiene y aumentar el riesgo de, por ejemplo, diarreas, que matan a 2,2 millones de personas cada año. Y la escasez de agua causa sequía y hambrunas, y la muerte.