lunes, 18 de marzo de 2013


Al poco del accidentado desembarco del Granma, en diciembre de 1956, Castro envió a La Habana a uno de sus barbudos, Faustino Pérez, a fin de difundir el movimiento y crear agitación en La Habana. Su primer éxito fue enviar a Sierra Maestra a un periodista del New York Times, Hebert Matthews. También consiguió en los primeros meses enviar allí un equipo de televisión de la CBS.
Pero lo que de verdad hizo célebre la guerrilla de Castro fue el secuestro de Juan Manuel Fangio, entonces de lejos el deportista más célebre del mundo. La NBA no era seguida fuera de Estados Unidos, Pelé aún no había estallado, Joe Louis llevaba años retirado… Fangio había ganado los Mundiales de Fórmula 1 de 1951, 54, 55, 56 y 57, con cuatro marcas distintas: Alfa Romeo, Mercedes, Ferrari y Maserati. Había sido segundo en 1950 y 1953. En 1952 no había podido participar por un gravísimo accidente en la primera de las carreras.
La dictadura de Batista introdujo el Gran Premio de Cuba en 1957 para darle más brillo al Día de la Fiesta Nacional, el 24 de febrero. Ya en esa edición Faustino Pérez proyectó el secuestro, pero el mismo día hubo una caída de militantes, lo que le hizo aplazar la operación. La idea quedó viva para la edición siguiente: se trataba de secuestrar al piloto, tenerlo retenido hasta el final del premio y luego soltarlo. Eso haría su causa internacionalmente conocida. Y darles un golpe así a las autoridades les añadiría calor popular y prestigio.
Faustino Pérez encargó el operativo a Óscar Lucero, capitán de milicias, que cuenta con varios hombres para llevarlo a cabo. Colaborará con ellos Elio Constantin, periodista deportivo de la revista Carteles, que en la anterior edición ha hecho amistad con Marcelo Giamberto, apoderado del piloto. A Constantin le resulta fácil saber dónde va a estar Fangio en cada momento. Éste llega a La Habana el viernes 21 (la carrera es el lunes 24) y se hospeda en la habitación 810 del hotel Lincoln, en el centro de la ciudad. En la puerta de la habitación hay una guardia armada del SIM (la policía especial del régimen), así que ni pensar en capturarlo en la habitación. Por la noche tiene una entrevista en la televisión CQM, pero la compañía es mucha. Regresa al hotel a cenar y no sale más. Imposible. Se ha perdido el viernes.
El sábado se dispone un seguimiento: un coche tras él donde vaya. Otros dos vehículos esperan junto a un teléfono. Cuando cambia de lugar, el primer coche dice a uno de los otros el nuevo destino y éste le reemplaza. Así, con el seguimiento rotatorio, no se llama la atención. El sábado descansa toda la mañana. Luego, acude a un cóctel al Hotel Nacional. Parece un lugar propicio, pero una bronca entre un fotógrafo y un policía crea un alboroto. Regresa al Lincoln. Después de cenar, ya de noche, recorre caminando el circuito, pero de nuevo acompañado de seguridad, amigos y curiosos. Imposible actuar. Regresa al hotel. Otro día perdido. El domingo por la mañana, mientras Fangio hace las sesiones de entrenamiento (ganará la pole), Faustino Pérez se ve con Óscar Lucero, al que acusa de irresoluto. “¡Hay que hacerlo! ¡Si es preciso tomamos el Lincoln con los hombres que haga falta!”.
La ocasión se presenta cuando saben por Constantin que, ya al atardecer, Fangio va a bajar al hall del hotel a tomar un refresco junto a otros pilotos. Le esperan a la puerta del ascensor. Cuando ésta se abre, aparecen Fangio y Giamberto. Se adelanta un comando, Manuel Uziel, que primero quiere asegurarse:
—¿Quién de ustedes es Fangio?
—Yo.
—Acompáñeme. Está usted secuestrado por el Movimiento 26 de julio.
Fangio sonríe, pensando que es la broma de un admirador, pero Uziel saca una pistola del bolsillo y se la clava en las costillas.
—Es en serio. No haga nada y no le pasará nada.
Al tiempo amenaza a los acompañantes.
Suben a Fangio a un Plymouth verde. La obsesión de los secuestradores es tranquilizarle y convencerle de sus buenas intenciones, porque les preocupaba mucho la imagen que diera de ellos al soltarle. Así que Uziel le lleva primero a su propia casa, a presentarle a su mujer y a su bebé. Luego, con otro coche, a un piso franco en el que convalece un militante, Ramoncín, con graves quemaduras cuando intentaba fabricar un lanzallamas casero. Finalmente, a un chaletito de dos plantas en El Nuevo Vedado, propiedad de la viuda de un revolucionario, que vivía con sus dos hijas, de 17 y 21 años. Llegaron a las diez de la noche. El chalet contiguo es de una bailarina del Tropicana, amante de un pez gordo del régimen, siempre muy custodiado. Los secuestradores pensaron que nadie iba a suponer que lo escondieran en tal vecindad.
Le dieron la mejor habitación. Cenó filete con patatas. La mañana siguiente le llevaron el desayuno a la cama. Comió arroz con pollo con los secuestradores. Mientras, la ciudad era un pandemónium de registros y falsas noticias. Aunque había televisión, Fangio no quiso ver la carrera, ni escucharla por radio. Prefirió escuchar música.
La carrera fue un fracaso y tuvo un desarrollo trágico. Los organizadores retrasaron la salida, en la esperanza de que Fangio fuera rescatado. Empezó media hora tarde. En la sexta vuelta, el piloto local García Cifuentes pierde el control y su coche arrolla al público, con resultado de seis muertos y 40 heridos. Se da por terminada, con victoria para Stirling Moss, que en ese momento estaba en primera posición. Le avisan a Fangio, que entonces sí oye la radio y se muestra muy afectado.
Todo había acabado… O no. Ahora llega lo más difícil: devolver a Fangio. ¿Cómo, dónde? No estaba previsto. Un informador de los revolucionarios en el gobierno les avisa de que la intención de este es matarlo cuando aparezca, para cargarles el crimen. Se piensa en el mediador de la entrega: en un cura, en el director de la revista Bohemia… Ninguna alternativa parece buena. Mientras, se suceden los llamamientos de Giamberto y de la esposa de Fangio por la radio pidiendo su devolución. Hay nervios.
El propio Fangio sugiere que le entreguen a su embajador. Pero las proximidades de la embajada están custodiadas. El periodista mexicano Manuel Camín, amigo de los revolucionarios (y que gozará de la gran exclusiva de la entrevista al piloto), monta la entrega no en la embajada, sino en el apartamento del agregado militar de la misma, Mario Zaballe, que está de viaje, así que su apartamento no está vigilado. Allí acudirá el propio embajador, Raúl Aurelio Lynch, por una rara coincidencia primo del padre del Ché Guevara (Ernesto Guevara Lynch). Lynch sale de su embajada escondido en la trasera de un coche, para no ser seguido. Arnol Rodríguez, que luego contará la peripecia en su libro Operación Fangio (que inspiraría una película del mismo título, no fiel en todos los detalles, en la que Darío Grandinetti incorpora a Fangio), es el encargado de la entrega. A Fangio le intentan poner un sombrero. Todos le quedan pequeños. Sólo le colocan unas gafas para disimular su aspecto y le suben a un Cadillac con Arnol y dos chicas. Antes de medianoche está en el apartamento del agregado militar, donde le recibe su embajador. Arnol le despide con estas palabras: “Fangio, usted será nuestro invitado de honor cuando triunfe la Revolución”.
El golpe estaba dado. La revolución se aceleró. Fidel Castro ganó adeptos y su guerrilla saltó de Sierra Maestra para extenderse al resto de Cuba. Al amanecer del 1 de enero de 1959, Batista abandonaría Cuba. El 8 de enero, menos de 11 meses después del secuestro, Fidel Castro entraba en La Habana.
Fangio se retiró aquel mismo año de 1958. Siempre habló bien de sus secuestradores, pero no cumplimentó la invitación hasta 1981, cuando regresó, como presidente de la Mercedes. Se reencontró con Faustino Pérez y Arnol Rodríguez y conoció a Fidel Castro.
El Hotel Lincoln aún existe. Su habitación 810 está dedicada a Fangio. 

lunes, 11 de marzo de 2013


La menstruación sigue siendo un tabú en la India
Sólo el 1,6% de las mujeres indias hace una vida normal durante la menstruación, mientras que el resto sufre limitaciones como la prohibición de manipular alimentos o cocinar y la obligación de dormir en una habitación o en camas separadas de su pareja o familiares.
"Muchas mujeres en India son consideradas impuras durante la menstruación y son discriminadas. No pueden participar en reuniones familiares o tocar una jarra de agua", ha denunciado la experta del Consejo de Suministro de Agua y Saneamiento Colaborativo (WSSCC), dependiente de la ONU, Archana Patkar.
En India, 335 millones de niñas y mujeres tienen la menstruación cada mes, pero sólo un 12% tiene acceso a compresas o paños higiénicos y 200 millones carecen de información adecuada sobre la higiene durante esa época.
Estos son los resultados de una investigación realizada en India por el WSSCC sobre la gestión de la higiene menstrual, cuyas conclusiones serán presentadas íntegramente en Ginebra el próximo viernes con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Para este estudio, se realizaron entrevistas individuales a 747 mujeres y niñas y se contó también con la opinión de otras 12.000 que participaron en grupos de discusión en cinco estados del país.
"La falta de información, de infraestructuras y de buenas políticas en materia de gestión de la higiene menstrual tiene graves consecuencias sobre la salud y el desarrollo de mujeres y niñas, y repercusiones negativas para la sociedad a largo plazo", ha alertado Patkar.
La investigación también revela que sólo el 30,2 % de las mujeres y niñas sabía qué era la menstruación antes de tenerla por primera vez y que más del 80 % considera que la sangre durante ese periodo es "sucia".
"La menstruación es un tabú en muchas partes del mundo, incluidos Estados Unidos y Europa, pero especialmente en países del sureste asiático o de África subsahariana, regiones muy afectadas por la deficiente gestión de la higiene menstrual", ha señalado Patkar.
Este silencio, añadió, es predominante en sociedades patriarcales, pobres, y fruto en ocasiones de interpretaciones religiosas. El estudio muestra que uno de los mayores problemas para las mujeres es lagestión de los desechos durante la menstruación.
"Casi el 90% afirma que en el colegio no hay ningún lugar parar tirar esos desechos, casi el 80% dice lo mismo de sus lugares de trabajo y aquellas que afirman disponer de una solución para deshacerse de ellos lo hacen en arroyos, ríos o letrinas cercanas", ha manifestado Patkar.
En este sentido, ha criticado que las dificultades para que las mujeres lleven su menstruación con "privacidad, dignidad y seguridad" en el colegio o en el trabajo "las obliga a permanecer encerradas en casa durante esos días".
La experta ha explicado que la reclusión en sus hogares limita la participación de las mujeres de forma plena en la vida diaria.
"Las niñas tienen dificultades para completar su formación por faltar a clase de forma repetida cuando tienen la regla y porque al alcanzar la pubertad ya pueden ser madres y abandonan la escuela", ha puntualizado.
Por otro lado, Patkar ha manifestado que el hecho de que las mujeres falten al trabajo tiene repercusiones negativas en la productividad del país. Otro aspecto contemplado en la investigación es la gestión de los residuos en los hogares, donde el 19,7% de las mujeres quema las compresas usadas, el 5,6% las entierra y el 12,7% las tira al río o el mar.
En el mundo hay 2.000 millones mujeres que tienen la menstruación cada mes y 334 millones de ellas coinciden con la regla en el mismo momento

viernes, 8 de marzo de 2013


Las 6 mejores laptops de menos de $500 dólares
Si buscas equipos portátiles baratos y ligeramente buenos, entonces quédate aquí porque los has encontrado. A continuación presentamos una pequeñas lista con las 6 mejores portátilescuyo costo es de $500 dólares o menos. No están colocadas en ningún orden en especial.

-HP Pavilion g6 ($430 dólares): potente, barata y además disponible en distintos colores. Puede contar con un procesador Intel Core i3 o bien con un APU de AMD.

-Acer Aspire V3-551-8458 ($500 dólares): ¿es posible adquirir una laptop Windows por un bajo precio y con una tarjeta gráfica decente? Parece que sí. Su APU AMD de cuatro núcleos incorpora una tarjeta gráfica de mediana calidad que te permitirá disfrutar de muchos juegos en su pantalla de 15 pulgadas.

-Samsung Chromebook 3 ($250 dólares): si buscas algo realmente barato, versátil y fácil de llevar, aquí lo ves. Esta Chromebook cuenta con un procesador ARM y nos brinda unas geniales 7 horas y media de batería.

-Lenovo IdeaPad S400 ($455 dólares): una ultradelgada con Windows 8, procesador Intel Core i3 y un peso de solamente 1,5 kilogramos. La batería no es muy buena que digamos, pero aún así es un buen equipo.

-ASUS Q200 ($500 dólares): pantalla touch de 12 pulgadas, bajo peso, poco grosor, estupendos parlantes, muy buena webcam y sistema operativo Windows 8, todo por un precio bastante bueno.

-HP Pavilion Sleekbook 15z-b000 ($480 dólares): un procesador quad-core y 4GB de RAM es todo lo que necesitas para llevar a cabo todas las tareas diarias que realizas en tu PC, al menos claro que seas un diseñador gráfico profesional o algo por el estilo. Su batería de 4 horas de duración es aceptable.

miércoles, 6 de marzo de 2013


Hugo Chávez, antimperialista, socialista y latinoamericano inmortal

La muerte de Hugo Chávez ha llenado de tristeza a millones de trabajadores/as y a las clases populares alrededor del globo, a la que los ricos y poderosos del capitalismo en crisis se han regocijado. A pesar de los millones de dólares destinados a sacarle del poder por las malas, el líder venezolano consiguió mejorar las condiciones de vida de su pueblo y transformar el horizonte político de América Latina liderando un giro a la izquierda.
En lo económico, Chávez logró una mayor igualdad con subidas del salario mínimo, las pensiones, y remuneración del trabajo doméstico, todo lo cual tuvo como resultado una notable reducción de la pobreza y de la desigualdad de ingresos. A pesar del las contradicciones que supone fomentar el consumismo de clases medias (por ejemplo, en la aspiración de un automóvil para todos), Chávez fomento alternativas socialistas que fueron más allá de la socialdemocracia europea. Así, encontramos zonas no capitalistas, “empresas de producción social”, cogestión y cooperativas, y varias nacionalizaciones.
En lo político, Chávez consiguió aglutinar grupos nacionalistas y socialistas en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y mantener un equilibrio que le llevó a conseguir más de 10 victorias electorales. Sus programas sociales, las famosas “Misiones”, llevaron la atención primaria a los cerros de Caracas y a la mayoría de la población. La Misión Mercal permitió que las clases trabajadoras accediesen a una alimentación de mayor calidad, a pesar de las carestías aún existentes. Las clases sociales más explotadas tuvieron acceso a la educación, entre los que se cuentan los programas que intentan cambiar el origen social de la “clase médica” para intentar hacerla más sensible a las necesidades de la población. Los Consejos Comunales permitieron que las comunidades afectadas tuvieran control directo sobre la gestión de los servicios sociales en los que se incluye la salud pública, el agua, la propiedad, la educación, el deporte, la prevención de riesgos para la salud, y la vivienda, entre otros. Es cierto que se cometieron errores de planificación y de otra índole. Pero incluso con problemas de planificación urbanística no se puede comparar el bienestar proporcionado por un piso amueblado con electrodomésticos con el de un rancho en los cerros. La corrupción en la empresa petrolera estatal PDVSA se redujo. El sistema judicial y la criminalidad en Caracas siguieron siendo sin embargo muy elevados, tal vez debido en parte a la aversión que Chávez sentía hacia la represión estatal.
¿Quién da más?
En lo cultural, Chávez tuvo la osadía de romper con las barreras que el clasismo universitario está imponiendo cada vez en mayor medida en los países del Norte. El mal llamado “populista” no era tal. Conjugaba la astucia de un Fidel con el romanticismo del Che, lo que le hará pasar a la historia de los latinoamericanos inmortales junto a Allende, Neruda, Guevara, Martí y tantos más. No le conocíamos bien pero cara a cara en “Aló Presidente”, en Miraflores, parecía un hombre más cerebral, consciente y reflexivo que su imagen pública, y desde luego muy valiente. Su capacidad de comunicación con su pueblo, las clases trabajadoras de Venezuela, y por extensión de Latinoamérica y el mundo entero, no tenía comparación. Podía hablar de Meszaros, Marx, Chomsky con la misma falta de pretensión, sencillez, y claridad con la que hablaba de béisbol o cantaba una ranchera o una canción de Alí Primera. Sin hacer esfuerzo alguno rompía las barreras del elitismo de clase media alta que hace de la cultura un bien mercantilizado al alcance de unos pocos con altos estudios universitarios. No había en él ni un ápice de complejo de inferioridad neocolonial, admiración por la cultura anglosajona o de identificación con el opresor. A Chávez no le importaba lo que los imperialistas del norte pensaran de él. Esa era una de las razones por las cuales los medios le atacaron sin piedad con un fervor frenético.
Las especulaciones sobre el futuro de la Revolución Bolivariana, al menos las del norte del río Grande, infravaloran el cambio conseguido bajo Chávez. Hoy en día hay una integración Latinoamericana en ciernes. El pueblo venezolano, “Chávez es el pueblo”, es consciente de sus derechos constitucionales y está dispuesto a defenderlos. A pesar del sectarismo, de la Boliburguesía, los militares de derechas, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y la interferencia extranjera, será extremadamente difícil que logren hacer dar un paso atrás si las clases trabajadoras y una parte de las clases medias se oponen.
La izquierda timorata del Norte debería aprender mucho de él, de su coraje y de su obcecada determinación a cambiar el curso de la historia. Se negó a seguir el guión que le había escrito el neoliberalismo imperialista. Se creía el heredero de Bolívar, consiguió que le creyéramos y acabo siéndolo. Para evitar la destrucción del planeta harán falta muchos Chávez y muchos pueblos bolivarianos.

martes, 5 de marzo de 2013


Irak se ve arrastrado hacia la guerra en Siria

Los ataques de soldados de Irak al opositor Ejército Libre Sirio en la frontera es un indicio de que no sólo Líbano sufre las consecuencias de la irresuelta y artificial guerra de Siria. ¿Cuál es el papel de Rusia, Estados Unidos, Israel, Turquía e Irán en este conflicto que podría extenderse a la región?
Mientras el presidente francés, François Hollande visitaba a su par ruso, Vladimir Putin, y le agradecía su apoyo en la intervención militar en Malí, se pudo vislumbrar la frialdad de las relaciones en cuanto al conflicto de Siria.
No es para menos, dado que Francia por un lado combate a Al Qaeda en África y por el otro financia grupos extremistas islámicos, a través de Líbano, Turquía, Arabia Saudita y Qatar en Siria para derrocar al presidente Bashar al Assad.
Por su lado, Putin sostiene a Al Assad, ya que además de ser un aliado geopolítico importante, Rusia mantiene un puerto en Siria a donde se encuentra estacionada gran parte de la flota del Mediterráneo.
Esa tensa reunión demostró que aun no hay pactada una salida a la sangrienta guerra impuesta en Siria como se supuso cuando Putin visitó Turquía – meses atrás – para firmar acuerdos comerciales y energéticos.
Pacto con el Diablo
Desde que se estancó la guerra en Siria, que comenzó hace dos años, varios analistas alertaron que podría extenderse haca el Líbano, ya que los sucesos políticos sirios repercuten directamente en ese país multicultural.
El gobierno de Irak llegó al poder no sólo por la ayuda militar occidental tras el derrocamiento de Saddam Hussein, sino por el pacto entre Estados Unidos e Irán para que Teherán le quitara el apoyo a las guerrillas armadas chiitas, principalmente la encabezada por Muqtada Al Sadr.
Este acuerdo sellado en 2007 permitió que la mayoría chiita se hiciera con el control del caótico Irak, tras los cientos de miles de muertos que dejó la invasión de 2003.
Al mismo tiempo, Irán ganó influencia sobre un país de mayoría chiita y además Estados Unidos consolidó a sus soldados mercenarios llamados “contratistas”, sus empresas energéticas, de reconstrucción y de servicios.
Peligro regional
El gobierno chiita, encabezado por Nuri Al Maliki, con el apoyo occidental y de Irán combate a los militantes de Al Qaeda que llegaron hasta esas tierras para luchar contra los invasores tras la caída de Saddam.
Pero, en 2011, miles de extremistas cruzaron la frontera siria para unirse a los combatientes financiados por Occidente y desestabilizar a Siria.
En tanto, el gobierno iraquí, permitió que aviones iraníes cruzaran su espacio aéreo para prestarle apoyo a Al Assad.
En el día de hoy militares iraquíes bombardearon posiciones del Ejército Libre Sirio, la guerrilla cercana a Al Qaeda que opera en Siria.
De esta manera, no sólo Líbano sufre las consecuencias de este conflicto artificial, sino que Irak ya movilizó su ejército a la frontera con Siria para detener el avance de milicianos sunitas.
Por otro lado, en caso de que Al Assad llegara a caer, Israel deberá protegerse de los combatientes islámicos, e Irán podría sufrir un mayor aislamiento regional.
En cuanto a Irak, que viene del caos, la explosión de Siria podría provocar el regreso de militantes de Al Qaeda regresen. Pero, aun no se prevé el final del conflicto sirio en el corto plazo.