8 curiosidades sobre los arrecifes de coral
Existen miles de
especies de coral en todo el mundo. Algunos prosperan en aguas cálidas y poco
profundas cerca de las costas, otros en el oscuro y frío fondo marino del
océano abierto. Estos organismos han demostrado ser muy resilientes. Son
capaces de adaptarse y sobrevivir a los episodios más adversos, incluso al
aumento de las temperaturas, pero siguen siendo vulnerables.
Por: Sergi Alcalde
1- Corales duros y blandos
Los corales duros, también conocidos como pétreos, producen un
esqueleto rígido de carbonato cálcico (CaCO3), que forma el ‘andamiaje’ de
los arrecifes, la estructura básica sobra las que crecen colonias compuestas
por cientos o miles de pólipos individuales. A diferencia de los corales
pétreos, los blandos no producen un esqueleto rígido de carbonato cálcico, con
lo que no pueden formar arrecifes. Aun así, también están presentes en los
ecosistemas arrecifales. Algunos corales blandos son
el coral dedo o el coral látigo. Muchos de ellos tienen
forma
2-
Los corales son muy sensibles a los cambios ambientales en su
ecosistema. En condiciones ambientales óptimas, se ha documentado que las
colonias de coral pueden vivir durante cientos o miles de años.
Lamentablemente, estos organismos están sometidos a amenazas crecientes, como
pueden ser la acidificación de los océanos y el aumento de las temperaturas.
3- Cuando aumenta la temperatura,
el coral se blanquea
Los pólipos de coral que forman arrecifes son brillantes y
coloridos debido a la acción de unas algas microscópicas llamadas zooxantelas
que viven en su interior. Algas y corales coexisten en una perfecta relación
simbiótica, es decir, se ayudan mutuamente para sobrevivir. Sin embargo, cuando
aumenta la temperatura del océano, los corales se estresan y expulsan las
algas. Cuando esto sucede, el coral se va desvaneciendo hasta que parece que ha
sido blanqueado. Si la temperatura es muy alta, el coral no permitirá que las
algas vuelvan, con lo que acabará blanqueándose completamente y muriendo.
El blanqueamiento de los corales es preocupante, ya que una
vez mueren, los arrecifes rara vez se recuperan. Los pocos
corales que logran sobrevivir luchan por reproducirse, pero todo el ecosistema
se ha deteriorado.
4- Hay corales de profundidad
No solo existen corales en aguas tropicales. También los hay en
ecosistemas más templados, e incluso en aguas profundas. Uno de ellos es el de Cabliers, situado en el
mar de Alborán, en la parte más occidental del Mediterráneo, la que conecta
con el Atlántico. Este tipo de corales no pueden depender de algas, pues
estas no sobreviven a grandes profundidades. Por este motivo no son tan
coloridos. Se alimentan de restos de animales muertos que se precipitan desde
las capas superiores de la columna de agua.
5- Existe una gran diversidad de
especies
Hay corales de todas las formas, tamaños y colores. Algunos de
ellos crecen en enormes montículos redondos en el fondo del mar, otros adoptan
formas parecidas a un cerebro humano, o tienen forma de ramas de un árbol. Los
abanicos de mar, un tipo de coral blando que no crea un exoesqueleto duro,
adoptan formas de gigantescos abanicos planos que se agitan suavemente
hacia delante y hacia atrás al ritmo de las corrientes marinas. Por su parte,
los látigos de mar parecen árboles, formando lo que realmente puede parecer un
bosque submarino. Finalmente, los corales pilar crecen en altas columnas que,
en colonias, parecen el skyline de una
ciudad.
6- El cambio climático es su mayor
amenaza
El calentamiento de los océanos como consecuencia
del cambio climático está ejerciendo una enorme presión sobre las
vulnerables poblaciones de coral. Cuando la temperatura aumenta, el
coral se blanquea, expulsando así las algas simbióticas y
dejando su estructura calcárea blanca, quedando sin alimento y completamente
vulnerables a contraer enfermedades. Este proceso de decoloración es cada
vez más frecuente y más acusado como consecuencia del aumento de la
temperatura. Si no tomamos medidas para reducir nuestras emisiones de gases de
efecto invernadero, la mayoría de los arrecifes de coral podría sucumbir.
7- Los corales sostienen el 25% de
la vida marina
Los corales suelen considerarse arquitectos de los ecosistemas
marinos. Construyen los espacios físicos (los andamiajes) que
sirven de sustento para la vida marina. Un arrecife de coral vendría a ser como
un bosque submarino, una estructura tridimensional que crece desde el fondo del
mar. Sus recovecos proporcionan hábitat a distintas especies. Pero
les debemos mucho más. Por ejemplo, los corales producen playas de arena
blanca y protegen las costas del oleaje e inundaciones.
Por ejemplo, sin ellos, los efectos de los huracanes y tifones serían mucho más
devastadores.
8- Algunos corales son
bioluminiscentes
Aunque parezca mentira, algunos corales son capaces de producir
de forma natural pigmentos fluorescentes que pueden
aparecer en una amplia gama de colores. Se cree que las moléculas fluorescentes
pueden tener una función protectora contra los rayos ultravioleta y la luz
intensa.
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