martes, 24 de enero de 2012

El rey y el extraterrestre

Por: Antonio Casale

El mundo futbolístico tiembla cuando Pelé habla, así sea para decir cosas que a algunos les parezcan incoherentes, como la del viernes, cuando afirmó que Messi es su jugador favorito, pero que le falta ganar tres mundiales para igualarlo a él. Lo cierto es que es difícil, en un deporte que ha cambiado tanto, establecer comparaciones entre Pelé y Messi. Si nos remitimos a los números, es indudable la superioridad del primero.

Pero los compañeros con los que tocaba la pelota Pelé en su momento eran mucho más parecidos a lo que él jugaba que los que tiene Messi en Argentina. Se asemejan más en materia de compatibilidad los del Barcelona. Si de sumar logros con sus clubes se trata, Messi ya entró al Olimpo en el que Di Stefano, Zidane, Platini y si acaso Maradona habitan, aunque de éstos sólo Zidane y Maradona ganaron copas del mundo de naciones.
Alejándonos de los fríos números el análisis se hace más difícil, pues en lo cualitativo menos verdades absolutas caben. Es verdad que antes se marcaba menos, el balón era más pesado, lo que lo hacía más lento y a la vez manejable. Todos los monstruos anteriormente nombrados tenían buen manejo del balón y fantasía en los pies. Tenían buena media distancia y excelente juego colectivo, pero en el aéreo Pelé también pica en punta, lo cual puede marcar una diferencia definitiva entre todos.
Fuera de la cancha, donde se juega el otro fútbol, ese que marca la diferencia en la escala de valores que debe servir de modelo para la humanidad, queda por fuera y sin atenuantes Maradona. Los demás, a pesar de esporádicas salidas en falso, como corresponde con la característica esencial de los humanos, han dado la talla a un planeta que busca espejos en sus ídolos. De Messi es prematuro hablar en ese aspecto, habrá que esperar a que se retire para sacar un balance en este rubro. De momento, maneja un perfil bajo que le viene bien en Barcelona pero mal en la selección, donde sus compatriotas esperan que se convierta en superhéroe, tal vez mal acostumbrados a las desviadas actuaciones de Maradona, quien fuera de la cancha ha sido un verdadero desastre.
Tal vez Pelé dijo lo que dijo ya cansado de que lo comparen con el héroe de turno o quizás se niegue a aceptar que el tiempo pasa y en el fútbol de hoy también hay superjugadores. Por el momento, Pelé sigue siendo el rey de los terrícolas, pero Messi es, en tiempo presente, el extraterrestre.

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